¿Todos debemos ofrecer respuestas rápidas como Google?
El impacto que tienen las TIC´s al desmaterializar los objetos, se traduce en cambios conductuales de los consumidores y los ciudadanos quienes están en busca de la inmediatez.
Ha cambiado la forma en la que nos relacionamos con la vida, una de las transformaciones que llama poderosamente la atención es la tendencia a desmaterializar los objetos y esto no es una mera metáfora, literalmente las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s) están virtualizando todo lo que tocan.
Basta dar unos ejemplos para entender el suceso: de niños jugábamos con soldados y tanques de plástico simulando batallas campales y quien lograba tirar con las canicas más soldados o voltear más tanques ganaba el combate, recuerdo haber jugado con algún soldado mocho que se había dañado con el uso, pero con el hecho de que pudiera mantenerse en pie lo conservábamos y formaba parte de nuestro batallón.
Ahora los niños tienen soldados, bases militares, bombas y una infinidad de arsenales, con solo descargar alguna app como “Mobile Strike”, “Guerra sorpresa”, “Francotiradores” o algún otro de los miles de ejemplos, además de jugar batallas no solo con los amigos del vecindario sino con personas de otros continentes; hay aplicaciones para lo que se ocurra: armar rompecabezas, rescatar princesas, competir automovilísticamente, luchar contra zombis. Ahora los niños tienen todo pero a la vez no poseen nada, su caja de juguetes, está vacía.
Esto no pasa solo con los niños, anteriormente tomábamos fotografías, las revelábamos, escogíamos las mejores y las pegábamos en nuestros álbumes para mostrarlas, ahora nuestro teléfono inteligente nos permite captar cualquier situación, en el momento que lo deseamos y gracias al cómputo en la nube estamos en posibilidad de almacenar miles o quizás decenas miles de fotos, pero ya no las imprimimos y menos las conservamos en álbumes, es más, son tantas que quizás nunca las volveremos a ver, más allá del día en el que las tomamos.
Lo material ahora es virtual, paradójicamente ahora “tenemos todo y no poseemos nada”, ya no acudimos al librero para sacar el libro que habíamos subrayado y leerlo, ni a la gaveta para buscar el CD y oír nuestra canción favorita, ahora podemos escuchar cualquier melodía o leer cualquier libro solo basta buscarlos en Apple Music o Spotify para tenerlos al instante.
Esto es lo que se conoce como “la paradoja de tener todo sin poseer nada”, y podría parecer una simple catarsis de la melancolía o de “los tiempos anteriores siempre fueron mejores”, pero el mensaje que debemos escuchar es que el impacto que tienen las TIC´s al desmaterializar los objetos, se traduce en cambios conductuales de los consumidores y los ciudadanos quienes se están acostumbrando a querer un libro, descargarlo e inmediatamente comenzar a leerlo sin necesidad de ir a la librería a comprarlo.
De aquellos usuarios que quieren un transporte en cualquier lugar del mundo y solicitan un servicio de UBER que los lleva al lugar preciso sin necesidad de conocer el idioma local ni saber la ruta para llegar a él, el joven adolescente que se enoja con la novia y en ese momento entra a Tinder para buscar a otra pareja, la inmediatez, la falta de sentido de pertenencia, el desapego a los objetos y a las personas es el común denominador… ¿ahora quién guardaría el soldadito de plástico para seguir jugando con él?
El reto de los gobernantes y los empresarios, es entender que los ciudadanos a los que gobiernan o los clientes a los que atienden, exigen respuestas con la misma velocidad y facilidad con la que pueden bajar una canción de iTunes y que esa falta de apego a las personas y a las marcas hace que cambien de proveedor o de partido político con la misma fragilidad con la que abandonan una página web si se tarda más de 5 segundos en abrir.
Ahora el benchmarking que debe realizarse en la sociedad no es versus otros partidos políticos o con nuestros competidores directos, sino con los tiempos de respuesta de Google, la eficiencia de iTunes, la variedad de opciones de Amazon, o la consistencia de servicio de UBER, la capacidad que han tenido estas empresas de desmaterializar los objetos mediante la creatividad y las inversiones inteligentes y consistentes en TIC´s pareciera que son la pauta a seguir por los empresarios y gobernantes.
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